Pan de mono {Monkey Bread}

Esta es una de esas recetas que llevo tanto tiempo haciendo en casa que ya no recuerdo de dónde salió. Es de los oscuros años A.B. (antes del blog). Cuando compré mi primera panificadora, cuya maquinaria acabó rompiendo de tanto usarla. 

La panificadora es uno de esos aparatos que uno piensa que jamás va a sacarle partido y, al final, para lo que menos la usas es para hacer pan. En mi casa, todas las masas (o casi todas) que tengan un levado largo (empanadas, pizzas, brioches, roscones...) se hacen en la panificadora. En Galicia, en invierno (y en otoño, y en primavera, y si me apuráis, en verano), es tarea ardua levar masas debido a la humedad reinante. La panificadora le aporta un extra de calor y protección que hace que las masas queden a la perfección. Así que, si os estáis planteando comprar un aparatejo de estos, no penséis sólo en el pan. Si trabajáis a menudo con masas, este es vuestro electrodoméstico.

El primer pan de mono que hice, tenía Nicolás unos dos añitos (oh, dios, va a cumplir diez...) y fue un éxito total. Este bizcocho tan típico de Estados Unidos es absolutamente maravilloso, con ese azúcar caramelizado que forma ricas vetas por toda la masa. ¿El nombre? Sí, es raro. Pero yo siempre lo hice para mis dos monitos, así que me parece absolutamente perfecto. 

Lleva tiempo, y es laborioso, pero os aseguro que el resultado merece la pena. Para desayunar, con un café. Para merendar, con un vasito de leche. Para sorprender a vuestros monitos. Pan de los dioses deberían haberle puesto de nombre. No os digo más.



Pan de mono {Monkey Bread}

Ingredientes:

  • 25 g de levadura fresca de panadería.
  • 60 ml de agua templada.
  • 170 g de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 60 g de azúcar blanquilla.
  • 2 yemas de huevo.
  • 1 cucharadita de vinagre blanco (yo uso vinagre de arroz).
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.
  • 75 ml de nata líquida para montar.
  • 1 cucharadita de zumo de limón.
  • 210 g de harina normal de trigo.
  • 125 g de harina de fuerza.
  • 1 cucharadita de sal.

Para rebozar las bolitas de masa:

  • azúcar moreno.
  • canela molida.
  • mantequilla derretida (si fuese necesaria).


Preparación:
1. Mezclamos la nata líquida con el zumo de limón y la removemos bien. Veremos que se espesa, con esto la convertimos en lo que en muchas recetas americanas denominan "sour cream" o crema agria. Donde yo vivo no se consigue así, tal cual, y yo la sustituyo así, apañadamente. Reservamos.

2. Batimos la mantequilla con el azúcar blanquilla hasta que la mezcla esté blanquecina y cremosa. Añadimos las yemas de huevo, una a una, mezclando bien. 

3. Añadimos el vinagre y la vainilla, mezclamos, y añadimos la nata que teníamos reservada con el zumo de limón. Mezclamos hasta que esté bien incorporada. 

4. Disolvemos la levadura en el agua templada (sólo templada, es importante que no esté demasiado caliente) y la añadimos a nuestra masa. Mezclamos.

5. En un bol juntamos los dos tipos de harina y la sal. Vamos añadiendo estos ingredientes a la masa poco a poco, mezclando bien para que no se hagan grumos. Ha de formar una bola de masa que sea manejable.

6. Amasamos unos 5 minutos sobre una superficie ligeramente enharinada, se pondrá más suave y manejable. Colocamos la masa en un bol, la tapamos con un paño limpio y la dejamos reposar en un lugar templado durante unas dos horas, hasta que haya doblado su volumen.

7. Untar un molde de bundt (u otro que tengamos, a ser posible con chimenea) generosamente con mantequilla. 

8. Ir dividiendo la masa en pequeñas porciones y pasarlas primero por mantequilla derretida y después por azúcar moreno con canela. Yo suelo poner 1/2 cucharadita de canela por cada 4 cucharadas de azúcar, las cantidades dependerán de lo grandes que hagamos las bolitas. Yo suelo pasarlas sólo por azúcar y canela, obviando la mantequilla derretida, porque me parece que es una masa lo suficientemente grasa, y el azúcar se queda bien adherido.

9. Vamos colocando las bolitas en el molde de bundt formando capas hasta que terminemos con la masa. Volvemos a tapar con un paño, y dejamos reposar otra vez, aproximadamente 1 hora y media, hasta que haya vuelto a doblar su volumen.

10. Precalentamos el horno a 180ºC y horneamos de 30 a 35 minutos. Dejamos reposar en el molde unos 10 minutos, y desmoldamos en caliente, para evitar que el azúcar se solidifique y se quede adherido al molde.


Notas de la bloguera:

*Yo muchas veces hago este bizcocho en la panificadora, porque me es más cómodo. Simplemente pongo todos los ingredientes en la cubeta, y pongo en marcha el programa de amasado. Una vez que termina, formo las bolitas, las paso por la mezcla de azúcar y canela y entonces, ya lo dejo reposar en el molde de bundt en lugar cálido. Como la panificadora durante el tiempo de levado le proporciona calor, esto ayuda a que la masa crezca antes. 

*Si no usáis la panificadora, problamente la masa quede menos grasa en el exterior, y vais a necesitar pasar primero las bolitas por mantequilla derretida, para que se adhiera bien la mezcla de azúcar y canela.

*Una vez que lo servimos, podemos ir arrancando pedacitos con los dedos o cortarlo como un bizcocho al uso.

Montse Nosinmitaper

Instagram