Llegado el día 25 de cada mes, llega también el momento del Reto Alfabeto Dulce, organizado por Ana, desde el blog Cook the Cake. Este mes la letra elegida al azar fue la H, y el ingrediente, escogido por Pili de Tothom a la cuina fue... ¡¡la hierbabuena!!

Tengo que reconocer que, si bien nunca había utilizado hierbabuena en la cocina, me emocionó este desafío... Ese aroma fresco tan delicado, ahora que viene el calor... Mmmmm, se me hacía la boca agua sólo de pensarlo. De hecho, mi lista de recetas pendientes se ha elevado considerablemente al investigar qué podía hacer con mi hierbabuena...

Al día siguiente ya me había comprado una plantita de hierbabuena, que vivirá en mi terraza mientras ella tenga a bien sobrevivir a pesar de mis cuidados (los que me conocen, saben que tengo un problema de convivencia con las plantas). Aunque también he de decir que la gastronomía parece estar suavizando mis incompetencias porque, querido Tito, has de saber que todavía sobrevive la albahaca que compré para hacer tu salsa de calabacín (de lo más rico del planeta, si no la habéis probado, aquí os dejo la receta).

¡Me enrollo como una persiana! Por Dios, que alguien me detenga... Total, entrando en temporada de fresones, mi frutera, que me trae la frutita del mercado directamente a casa, me trajo un kilo de hermosos fresones que olían a gloria, el tiempo se puso primaveral y es-tu-pen-do... ¡¡Receta escogida!!

Semifrío de fresones y hierbuena

1. Triturar bien los fresones con las hojas de hierbabuena y 3 cucharadas de azúcar.

2. Añadir el queso crema, y mezclar hasta que esté bien incorporado. Reservar.

3. Montar la nata con las 2 cucharadas restantes de azúcar. Incorporar despacio a la crema, y mezclar con movimientos envolventes, con cuidado de que no se baje.

4. Poner en los vasitos donde vayamos a servir, y llevarlo al congelador. 

5. Sacar fuera un rato antes de servir, para que pierdan temperatura, y cojan textura de semifrío.

Fuente de la receta: I heart naptime