Galletas de limón

Las galletas son una de mis millones de debilidades. Las prefiero a muchos otros postres, será porque no empalagan, porque tienen el punto justo de dulce... En particular me encantan las que, como estas, tienen el toque cítrico del limón. Será porque combinan genial con el café, y quienes bien me conocen, saben que muero por un buen café. Quizás es esa la mayor de mis debilidades "culinarias". Sencilla y a la vez tan complicada. Reconozco que es uno de los momentos del día que disfruto más... El café de la mañana, en silencio, cuando aún no se levantaron los peques... Ese aroma que me da paz... Y el café de la sobremesa, a ser posible en buena compañía, con buena conversación... En mis tiempos mozos aún caería algún otro café, con amigos, o en compañía de una buena lectura... Ahora ya voy mayor y tengo que controlar la ingesta de cafeína, pero esos dos los sigo teniendo por sagrados.
Estas galletitas, intensamente cítricas en su corazón, tiernas y dulces en el exterior, son ideales para la sobremesa, o para un café a media tarde en casa de un amigo. 
¿Quién pone el café?



Galletas de limón

Ingredientes:
  • 225 g de harina.
  • 1/2 cucharadita de levadura química.
  • 115 g de mantequilla, a temperatura ambiente.
  • 100 g de azúcar.
  • 1 huevo.
  • el zumo de un limón.
  • 1/2 cucharadita de sal.
  • azúcar glas para espolvorear por encima.


Preparación:
1. Tamizamos juntas en un bol la harina, la levadura y la sal. Reservamos.
2. Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que tome un color blanquecino y esté muy cremoso.
3. Añadimos el huevo y seguimos batiendo. Por último, le añadimos el zumo de limón y mezclamos hasta que esté bien incorporado.
4. Mezclamos con la harina, hasta que se forme una bola de masa compacta. La envolvemos con papel film, y la reservamos al menos media hora en la nevera.
5. Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo, y forramos una bandeja de horno con papel de hornear.
6. Vamos haciendo pequeñas bolitas de masa, del tamaño de una nuez, y las chafamos un poco encima de la bandeja.
7. Horneamos unos 18 minutos, dejamos templar un poquito y las pasamos con cuidado a una rejilla, donde las dejamos enfriar del todo. 
8. Cuando estén frías, las espolvoreamos con azúcar glas.





Montse Nosinmitaper

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